








Christmas is coming up, the celebration of charity and generosity is around the corner!
As you know, as part of our trip we want to help building up a new Children Village in Peru, which provides a home for children without parents.
Check out all about our initiative by clicking here: THE INITIATIVE
Please participate in our initiative, no matter how much you donate, every amount helps to make a difference!
Después de haberse ido Eva decidimos hacer un curso de meditación e yoga, y pasada una semana de silencio, tranquilidad y un poco de budismo os puedo decir que puede ser interesante leer sobre el tema… Pasada esa semana decidimos recorrer un segundo sendero, esta vez en la región de las Annapurnas. Queremos evitar los turistas, así que decidimos hacer el recorrido Mardi Himal, que nos lleva a través de una jungla impresionante justo a 3.000 metros de altura. Allí tenemos mucha suerte y se parte la niebla por la mañana y podemos ver al Annapurna South (+7.000) – simplemente magnífico.
Después de esta aventura volvemos a Katmandú donde tenemos que preparar la motos para el transporte. Gracias a nuestros transportista todo se organiza sin problemas y después de dos meses abandonamos Nepal. Se estuvo bien aquí, pero yo ahora ¡tengo prisa para ver el mar, la playa y de comer comida tailandesa!
Después de haber cruzado la frontera (al este de Nepal) tardamos 3 días (otro neumático reventado…) en llegar a Katmandú donde Martin volverá a reunirse con su querida Eva después de 3 meses (y sí, hay mujeres que dejan que sus chicos se vayan un año para divertirse… 😉 ). La ruta es magnífica y el paisaje limpio (comparado con la India da gusto). No nos quedamos mucho tiempo en Katmandú – ¡queremos conquistar la montaña! Así que dejamos las motos en el hotel y tomamos el autobús (subidos al tejado, bien en evidencia) para ir al norte y tomar el sendero “Gosaikunda” que nos regaló unas vistas espectaculares sobre el Langtang (+7.000 metros) y otras montañas magníficas. También visitamos los lagos a 4.300 metros de altitud y no vacilo en meterme. Brrrr – estaba bien pero ¡qué FRÍO!
Llegamos a Teheran y gracias a la ayuda de un taxista que nos muestra el camino encontramos el concesionario KTM donde ya no estan esperando. La forma de conducir aqui es completamente diferente a lo que hemos visto hasta ahora y tenemos que aprender rapidamente como funcionar para no convertirnos en victimas. Los semaforos son una simple decoracion y no hay reglas que valgan.