Albania et un poco de Grecia

La salida de Budva me saca un poco de quicio. Primero, pierdo mis gafas de sol opticas (mierdaaa) y después un tío me pone medio litro de aceite – por supuesto, el más caro – por toda la moto excepto en el depósito de aceite. No me hace gracia…

Durante los primeros kilómetros me voy acostumbrando al sol de nuevo y me esfuerzo por no resbalar con todo el aceite pringoso que gotea todo el camino. Pero da igual, el trayecto al lado del mar es muy bonito y pronto olvido todo lo demás.
El camino sigue siendo, como los primeros 1500 km, precioso. Al lado del mar o atravesando bosques o colinas, viajar en moto por estos paisajes es una suerte. Llenamos los depósitos justo antes de la frontera y dejamos el país.

Albania, Albania… el país con polvo en todas las carreteras y edificios en construcción, así es como recordaré este país. Aquí la gente no ha elegido el Golf como el coche de ciudad (=Volkswagen) sino Mercedes, de todos los años y en cualquier estado imaginable. Para aquellos a los que pueda interesar, hay Lavazho (lavados de coche, pronunciado tal cual) en cada esquina. Solo Kärcher y algunos trapos. Tras unas horas de viaje, llegamos a Tirana, donde Elton, otro amigo de Martin, nos espera. Durante este trayecto ya nos hemos dado cuenta de dos cosas: las carreteras están bastante bien, mejor de lo que nos esperábamos, y los albanos conducen como locos!! Creo que cada nuevo conductor se arrepiente de sacarse el carnet. 3 coches encuentran sin problemas un sitio para aparcar en una carretera de doble sentido con dos carriles, se adelantan sin complejos y hasta algunos se atreven a coger la autopista por un paso de peatones. En fin, por qué no, al final es un poco de picante en la vida :).

Elton nos lleva a su casa y nos deja allí para dormir. Después de una cervecita en la terraza con vistas a Tirana, y una ducha más que necesaria, salimos a dar una vuelta y tomar algo. En la ciudad también conducen como locos: si quieres algo, no frenes!! No sé qué buscan conduciendo así, pero debe de ser algo imposible de encontrar.
La noche de la ciudad nos sorprende. Al final llegamos a un club al aire libre con jóvenes y muy buen ambiente. Como ya somos mayorcitos, nos volvemos pronto para estar en forma para la visita a la Aldea Infantil del día siguiente. Después de una noche, como siempre demasiado corta, visitamos la aldea infantil de Tirana (cf. site web SOS). Hacia la 13h terminamos la visita y seguimos el viaje dirección al sur, donde Elton tiene una casa con vistas a la isla griega de Korfu. La verdad, podría ser peor :).

Conducimos durante 5-6 horas y acabamos agotados. Autopista, partes en obras y un tráfico intenso requieren mucha concentración. En cuanto pasamos de la autopista a la carretera nacional, todo va mejor y hasta podemos hacer una escapada y cruzar el bosque para disfrutar de la vista sobre el mar Jónico. Los albanos llaman a este lugar “el balcón” y tienen razón. Nos tomamos algo en la playa y seguimos el viaje con paisajes de ensueño. Después de 30 minutos de curvas, curvas y más curvas, nos paramos de nuevo a la orilla del mar para disfrutar de frutas y pescado fresco. Nos acompaña solo el atardecer…

En la oscuridad de la noche tenemos que seguir hasta Saranda y allí encontramos la luna, un disco enorme con colores rojos anaranjados arrojándose al mar. Una vez más, increíble… la primera vez que veo algo así. Y después nos toca a nosotros arrojarnos… a la cama!!! No podemos más.

Al día siguiente tenemos una cita única: entrevista en la televisión local, Saranda TV. Nos preparamos y vamos en moto, como no podía ser otra. Elton nos hace pasar por la salida de emergencia, no sabemos por qué, pero no nos queda más remedio que seguirle. Después del briefing típico, nos instalamos delante de las cámaras y la entrevista empieza. Al día siguiente, cuando vemos el resultado, estamos seguros de habernos convertido en estrellas!! Al menos en Saranda, el Albania.

El resto del día Elton nos mantiene ocupados. Primera parada el “Blue Eye”, un lugar donde lugar donde el río sale de la tierra como una fuente de agua. Los colores son impresionantes y no podemos resistirnos… nos tiramos al agua a pesar de los 10°. Después, vamos a visitar a la madre de Elton en un pueblo típico albano. Más tarde, seguimos la vista de un cañon y un pueblo antiguo con un fuerte donde las montañas ocupan todo el horizonte. Es en este momento cuando nos damos cuenta de que nuestra Nikon D5100 no funciona, después de solo una semana con nosotros!!! No podemos hacer nada, aunque no nos haga gracia. Menos mal que tenemos otra cámara que nos sacará del apuro. Al final del día volvemos para darnos un baño, una vez más con el atardecer de fondo. Lo sé, agotador 😉

Al día siguiente Elton nos lleva a la frontera y nos despedimos con lágrimas en los ojos :). Gracias a él hemos pasado días increíbles en Albania y, como siempre, nada mejor que un guía local para conocer el país que visitamos.

Grecia es un país de tránsito para nosotros. No hemos planificado ni visitas ni nada, pero tenemos que encontrar un bonito lugar típico para pasar la noche. Y lo conseguimos. Dormimos en un pequeño pueblo después de Salónica y nos encontramos en un restaurante lleno de griegos y muy simpáticos. Cuando la camarera nos pregunta qué evento hay en el pueblo y por qué hemos llegado hasta allí, sabemos que, otra vez, hemos acertado! Después de 7 cervezas (yo) y 5 ó 6 vasos de vino (Martin) caemos directos en la cama, dispuestos a afrontar Estambul al día siguiento…. pero eso es otra historia.Il n’es