El Mar Negro

Written by Sebastian on agosto 2nd, 2011. Posted in Allgemein

Salimos de Uchisar, como siempre tarde, pero decidimos dar un rodeo para visitarvel Erciyes Dagi volcan (3.891m). De camino no puedo evitar resistirme a la tentacion de probar la capacidad offroad de mi moto y sin pensarmelo saldo de la carretera para conducir por la arena. La experiencia es genial:la KTM controla el terreno a la perfeccion. Enseguida decidimos que este es el lugar elegido para el desfile y sesion de fotos y hasta Martin participa (tiene casi 0 experiencia en el offroad). La sesion continua aun durante centenas de metros antes de retomar la carretera normal.Los siguientes 200km el paisaje pasa de horrible a impresionante y el viento sigue siendo nuestro companero fiel que nunca nos abandona (Don Quijote, ahora te entiendo!). Al final nos paramos en Bogazkale, que fue capital (llamada Hattusa) hace tiempo de los Hittites.

Al dia siguiente salimos por fin para llegar al mar negro. Cuando llegamos a Samsung, que tiene fama de ser una ciudad bastante bonita, no nos llama nada la atencion y decidimos seguir por la costa para encontrar un buen camping.

Después de 1,5 hora nuestra paciencia se ve recompensada cuando vemos un caminito empedrado que nos lleva a un pequeno conjunto de casas, 3 barecitos y 2 cabanas sobre las rocas con vistas al mar. Alli nos permiten instalar nuestras tiendas. Poco después de subir, nos encontramos con unos jovenes a nuestro alrededor; uno de ellos habla inglés y traduce nuestras historias a los demas. Enseguida nos sentimos como uno mas entre ellos, y nos invitan a sentarnos alrededor del fuego (que han hecho con neumatico, en fin, da gual 🙂 ) y acabamos bailando bailes turcos. Por supuesto, damos lo mejor de nosotros mismos y se dan cuenta de que esto es lo nuestro ;).

Al dia siguiente desayunamos en una de las cabanas y vamos a saltar por las piedras y a jugar al volley-ball con los chicos. En total pasamos dos dias geniales en « Belize Beach» como ellos llaman a esta playa! Y lo unico que podemos decirles es un enorme GRACIAS o mas bien Tesekkür ederim!!! como dicen en turco.

Cuando nos vamos, los chicos nos echan agua, algo que es como una tradicion para los que se van. Espero que nos dé suerte!

Conduciendo entre el mar a la izquierda y la montaña a la derecha, decidimos dar un rodeo para explorar un poco el bosque que recorre dicha montaña…

No sabían lo que hacían…

Como pasa a menudo, no estábamos del todo preparados y no teníamos ni idea de las inundaciones que días antes habían llegado a la región. La carretera que cogimos estaba destruida en parte y cuanto más subimos más nos preguntamos si ha sido una buena idea. Cuando ya hemos decidido dar media vuelta, un chico nos dice que no pasa nada si seguimos adelante, así que le hacemos caso.

La carretera está bastante bien y la vista sobre los valles es muy bonita. Después de 20 minutos de repente nos adelanta un taxi, se para y 3 chicos salen de él… Reconocemos al chicos que nos ha dicho que sigamos. La cosa es que ese chico conocía a un hombre en el pueblo que habla alemán, y han venido simplemente para enseñarnos el camino… increíble. Sobre todo porque el que hablaba alemán había “olvidado” a su hijo en casa de su cuñado, al que no le hacía ninguna gracia. Mala suerte, las siguientes 3 horas estos chicos las iban a pasar llevándonos por una carretera de piedra, arena y barro, cruzando nieblas y todo para enseñarnos antiguas iglesias ortodoxas y pequeños pueblos tradicionales y tomando un café con los habitantes.

En esta carretera, la más difícil que hemos recorrido hasta hoy, es donde decidimos hacer caer a nuestras Adventuras por la primera vez. Empiezo yo, pero Martin no tarda mucho más en hacer lo mismo. Le gusta tanto que la hace chocar contra un muro (antiguo, por supuesto) un poco después hasta romper el retrovisor. Al final nuestras motos no son tan sagradas y han rozado el suelo (y no será la última vez, prometido).

Dirección Georgia

Después de toda esta aventura retomamos la carretera al lado de la costa y conducimos hasta las 23:30h para encontrar un hotel en Rize, algo antes de la frontera entre Turquía y Georgia. Al llegar un hombre reconoce que no soy turco (difícil, lo sé :)) ) y me habla directamente en inglés. 20 minutos después nos encontramos en un mini restaurante invitados una vez más por alguien super simpático. Es difícil creer que toda esta hospitalidad es real. Es simplemente impresionante.

El día siguiente es nuestro último día en Turquía (sniff…). En el viaje a Batumi, Georgia, damos un nuevo rodeo por la montaña antes de dirigirnos hacia la frontera donde nos espera Raimund, un conductor KTM de Austria que trabaja en Georgia. Ha leído nuestra historia en un periódico de internet y nos invita a su casa – genial!! De su casa seguimos dirección el “Pequeño Cáucaso” para ir a Armenia. Preparaos para la próxima etapa de nuestra aventura!!

404