<!–:de–>Pakistan – Intensiv!<!–:–><!–:en–>Pakistan has ist all!<!–:–><!–:fr–>Pakistan – intensif !<!–:–><!–:es–>Pakistan – intenso!<!–:–>

Written by Sebastian on septiembre 19th, 2011. Posted in Allgemein

Llegamos con escolta a la frontera entre Irán y Pakistán. Rapidamente la cruzamos sin problemas. San problemas… no del todo. Lo único es que ahora mi moto no arranca – la primera vez desde que epezamos el viaje!!! No es posible, me digo; y después de algunos intentos conseguimos arrancarla empujándola con la moto de Martín. Pfiuuuu, menos mal!!

 

 

Después de haber hecho todos los papeles de la duana, también para las motos y después de haber rechazado seguir a un tío que llégo diciendo que era un escolta (pero que no tenía nada de pinta… parece que juzgamos mal, según nos explicarían después), empezó por fin nuestra verdadera aventura en Pakistán. El primer día conducimos acompañados por escoltas (que no parecen demasiado agobiados con su trabajo de protegernos), rellenamos varios cuadernos con nuestros datos de pasaportes, etc. y vamos bastante seguros en este país “tan peligroso”. La gente es super simpática y el paisaje impresionante. Llegamos a Dalbandin donde dormimos en el techo con dos hombres armados y el manager del hotel.

Al día siguiente salimos dirección Quetta – la capital de la región Baloutchistan, donde, cuando llegamos, nos explican que no es nuestro… no podemos entrar, es demasiado peligroso. Debemos continuar hacia el sur y después de 15 kilómetros pasamos por un convoi de la ONU que ha sido atacado y que explotó hace 10 días. Y entonces nos acordamos de DONDE estamos…! Y 2 kilómetros después nuestros escoltas nos dejan solos… y ahora? Son las 18h, dentro de una hora se hace de noche y estamos en un lugar perdido, nada tranquilo de Pakistán. Qué hacemos? Como tenemos mucha suerte, se acerca un 4×4 de militares y le seguimos para preguntarles si no nos quieren acompañar hasta Sibi, donde queremos dormir. Dicen llevar la misma dirección, así que aceptan!

Todo termina con una carrera nocturana fenomenal que pasamos entre dos coches de militares a la velocidad máxima posible!! Cuando por fin llegamos a Sibi no podemos creer lo que acabamos de vivir. Y todavía no sabíamos que íbamos a dormir en una estación de policías completamente asquerosa, que apesta (no tenían agua en los baños desde hacía más de una semana), y donde “juzgan” a su manera a la gente en la habitación de al lado… aunque con nosotros son muy majos y correctos – así que les damos las gracias y al día siguiente nos vamos. Por fin sin escolta.

 

 

 

Ahora el único objetivo es cruzar el río Indo en Sukkur. Nos han contado que del otro lado es menos peligroso. El día pasa rápido, cruzamos el río fácil y empieza a estallarnos el cerebro por la cantidad de impresiones recibidas, la gente sonriente, los pueblos, los paisajes, los animales, otro camión que ha explotado… Por la noche una tormenta inmensa nos sorprende y acabamos durmiendo en un guesthouse donde conocemos a pakistaníes muy simpáticos que nos explican muchas cosas sobre su país y la situación acutal (que vale mucho más que todo lo que hemos visto en los medios de comunicación).

Al día siguiente llegamos a Lahore, cerca de la frontera con India, donde vamos a pasar algunos días y a visitar una aldea infantil SOS. Esta ciudad tiene algo – mucho estilo y con lugares muy románticos. Para todos los que no tengan miedo de venir a Pakistán, es de verdad una ciudad muy recomendada.

Dejamos el país una semana y unos días después. Un lugar magnífico que nos ha sorprendido con su gente tan simpática y hospitalarios. Ahora entiendo mejor cuando dicen que en Europa del Oeste hemos perdido un poco todo esto.

 

 

404