








Cruzamos la frontera sin problemas otra vez, y entramos en India. Con la super experiencia de Pakistán, me enfado, por primera vez en todo el viaje, con la gente, que parecen un poco… cómo decir… egocéntricos! El tráfico es mortal. Con la idea budista, parece que no tienen miedo a morir porque de todas formas, vivirán otra vida, y otra, y otra… Pero enseguida me doy cuenta de que no tenia que haber juzgado por razones tan superficiales. Se me pincha el primer neumático y dos chicos me llevan a un garage, me ayudan a quitar la rueda, etc. y al final ni me dejan pagar!! Intenta que te pase eso en casa… 😮
Gracias a ellos podemos seguir y llegamos a pasar la noche a Dharamsala (concretamente a McLeod Ganj) donde el Dalai Lama tiene su casa. Pasamos algunos días ahí (muy relajado, tranquilo, bonito…) et decidimos retomar la ruta hacia el norte. En la región de Cachemira en Europa (embajada india), nos dijeron que es muy peligroso pero en esta ciudad nos dicen que no hay ningún problema en este momento. Así que vamos… un poco de riesgo no hace daño :).
Después de dos días llegamos a la montaña… por fin! Después de semanas en el desierto, con temperaturas de hasta 50ºC nos alegra tener por fin un poco de aire fresco! La mejor parte es la de Kargil hacia Leh, donde nos paramos casi cada 100 metros para hacer fotos. Es simplemente fabuloso! Otro de esos momentos que nos recuerdan por qué estamos haciendo ese viaje…
Donc on y vas et après 2 jours on arrive dans la montagne… finalement !